Me grito dentro
Estoy cansada
de pertenecer a las cosas,
las cosas han dejado de pertenecerme
y son esas cosas las que han
acabado haciéndome suya,
me observo
ambicionando lo que no necesito,
por mera imitación
de lo que otros necesitan,
entonces me grito dentro,
me grito dentro de mi cabeza pelirroja:
¡Todo es más fácil!
No necesitas ni el elogio,
ni que te miren,
ni verte rodeada de certeza,
no necesitas ser de las primeras,
ni conocerte del todo,
ni ser la más amada,
ni dos hileras de zapatos,
no necesitas ser lo que se tiene que ser,
no quieres ser lo que se tiene que ser.
¡Todo esto
me grito
dentro de mi cabeza pelirroja!
Y justo después, sólo un rato,
me siento más tranquila, más niña,
más libre, más piedra que persona,
más objeto que ser vivo,
y esa sensación de ser una cosa,
de ser papel o cartón o dibujo,
o una hoja o la ventana que no abro,
me deja minutos de tregua,
porque son más libres las cosas
que las personas,
libres de no ser más que esa misma cosa
y no tener que demostrar nada a nadie
más que su ser mismo.
Minutos de tregua
ante el dolor agudo de ver que yo
no escojo mi vida,
sino los otros más que yo misma.
El dolor agudo y el miedo grande
de llegar
a sitios, gentes, o verdades,
que realmente ni escoger he podido
o tal vez ni siquiera necesito.
Princesa Inca
poet/day 2